Cuando alguien tiene gripa, a simple vista lo ves un poco disminuido, la nariz roja (si acaso) y los ojos tristes y acuosos. La gente les pregunta qué tienes, y basta decir: tengo gripa para que el interlocutor entienda perfectamente por lo que está pasando. Y es que todos hemos padecido alguna vez una gripa, sabemos que aunque sea un virus común, puede tumbarte varios días, puede robarte cualquier tipo de ánimo por la vida. La comida sabe fea, puedes dormir por horas y seguir cansado… Parece que el cuerpo está machacado en cachitos, todo se ve gris… Igualito que cuando te rompen el corazón, que sólo cuando estás ahí, eres consciente de lo devastador que puede ser. Pero también sabes, que sólo es cuestión de tiempo para volver a estar «como si nada».
Cuestión de tiempo… yo llevo dos años y medio y no estoy «como si nada». No quiero pagar psicólogo.
Me gustaMe gusta