Hace poco más de un mes recibí un mail con el subject: Review from Hamburg. ¿Qué significaba? Pues que mi revista estaba bajo la lupa de los dueños (expertos en hacer revistas desde hace 50 años) y que a continuación me enlistaban todos los errores que había cometido en esa edición. Fueron muchos, y lo fueron porque tienen el don de ver cada mínimo detalle. La verdad, sí sentí actividad intestinal conforme avanzaba en mi lectura. Cada dos tres puntos decía: no maaaa. Pero por ahí de la quinta lectura y una vez que había pasado mi ardidez, entendí a qué se referían en cada cosa. Desde ese momento mi obsesión por los detalles, por encontrarle sentido a todas y cada una de las cosas que aparecen en las páginas se ha vuelto insoportable.