Mi amor por las comedias románticas

Ya es 14 de febrero y recuerdo que en mis épocas de soltería mi plan ideal solía ser arrastrar amigas a ver el estreno de la rom-com del momento.

La experiencia era muy divertida porque nos daba como un subidón de hormonas que terminaba en risas catárticas producto de las frustraciones amorosas. Y si a la mezcla se le agregan carbohidratos o cervezas, termina siendo un día perfecto. Lo recomiendo.

Pero entre la fecha cliché y la portada de Entertainment Weekly con el reencuentro del elenco de My Best Friend’s Wedding, me hizo recordar todas esas comedias románticas que tanto he disfrutado y que hasta me han inspirado a hacer cambios en mi vida.

Se las voy a compartir por si se les ha escapado alguna y les da curiosidad. No están en orden o bajo criterio de crítica de cine y estándares de estética. Solo es una lista de las que han tocado fibras sensibles de mi corazón y por qué.

Pretty Woman

Quizá es la primera chick flick que vi en la vida con plena conciencia. Debo decir que al principio no entendía el rollo de la prostitución y me incomodaba que de pagarle a alguien por su compañía, se transformara en amor, pero entre las canciones melosas y los outfit súper cool para los 90, hizo que esa onda me empezara a gustar.

Pueden verla en Netflix.

Señales de amor

Quizá fue el segundo rom-com que vi o quizá no. Pero fue de los primeros que me enamoraron y que hicieron que me creyera eso de que el amor llega cuando menos te lo esperas. Una pareja se conoce en las compras de pánico de Navidad, hacen clic pero deciden dejarle al destino su reencuentro. Incluye aeropuertos, Nueva York, carreras, impedir una boda y todo eso que nos hace latir el corazón. Además en inglés se llama Serendipity y es de mis palabras favoritas de la vida.

También está en la Netflix.

Tienes un e-mail

Uno podría pensar que una comedia romántica donde el protagonista es el incipiente mail en los 90 podría envejecer terriblemente. Pero es Nueva York, Tom Hanks y Meg Ryan lo que hace que se supere el paso del tiempo. Haz de cuenta que se están mandando WhatsApp y listo, la historia sigue siendo igual de enternecedora que cuando la vimos los que nos conectábamos a internet con la línea del teléfono.

Y si les da tiempo,  en este género busquen tambien When Harry Met Sally, la mejor comedia romántica de todos los tiempos.

No está ni en Netflix ni Prime Video pero la pueden ver en YouTube por 50 pesito.

Wedding date

Es predecible y cursi pero sale mi canción favorita de Maroon 5 (que la cagó en el Super Bowl pero no podemos negar sus canciones catchy) con Dermot Mulroney y Debra Messing como una mujer trabajadora y empoderada que debe viajar a la boda de su hermana donde el padrino es su ex novio y prefiere pagar un scort carísimo que verse como una perdedora solterona.

Estaba en Netflix y ya me la quitaron. Qué poquis.

Amor a segunda vista

Con mi adorada Sandrita Bullock y Hugh Grant. Da risa, es en Nueva York, hay un protagonista millonario y una comedora emocional. La he visto demasiadas veces. Y el mejor momento son las vistas desde helicóptero en Nueva York mientras suena: Fly with me…

Está en Netflix.

Across the Universe

Es hermosa, canciones de The Beatles, colores brillantes, amor y hippies en el Nueva York de los 70. Siempre he dicho que su mejor momento es desde que empieza… hasta que acaba.

Está en Amazon Prime.

Orgullo y prejuicio

El libro es un básico la película con Keira Knightley y Matthew Macfadyen, Inglaterra, 1813 es tan bonita y me gustó tanto la adaptación que cuando quiero desconectarme tantito del mundo, de los empujones del Metrobús, de las frustaciones laborales y demás, es mi opción number 1.

Está en Netflix.

Eternamente comprometidos

si está usted pasando por una relación que parece que siempre se va a quedar en el mismo status: cohabitando y con años de relación. Vea esta película y relájese un poco. Producida por Judd Apatow, con Jason Segel y Emily Blunt, hay risas, momentos absurdos, tantito grotezcos pero mucho amortz. Cuando la vi, la Beyoncé interna se relajó.

Esta en el YouTube por 20 pesito. 

Y las siguientes son otras que también me gustan pero si me pongo a reseñar cada una, no acabo, perdón amigos. Todas están en Netflix o en Amazon.

  • Virgen a los 40: harta risa
  • Novias en guerra: chafa pero sale Nueva York
  • El ABC del amor: Nueva York y amor infantil. Awww al infinito.
  • Dirty Dancing: Me acompañó en la niñez.
  • Amigos con derechos: Ashton Kucher en poca ropa.
  • La propuesta: ¡Sandra Bullock es una editora de libros!
  • (500) Days of Summer: no todos los finales felices acaban en beso
  • Cuatro bodas y un funeral: irónica y hermosa
  • Música y letra: Mi esposa Drew Barrymore y Hugh Grant.
  • Realmente amor: un clásico
  • Sexy por accidente: la criticaron pero a mí sí me dejó con una sensación bonita
  • Locamente millonarios: ¡Vamos a Singapur!
  • El descanso: o como ahora le llamaríamos «amiga, date cuenta»
  • Bridget Jones: All by myself don’t wanna be…
  • Estúpido y loco amor: Ryan Gosling, torso, Photoshop.

El problema de las expectativas

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Ya salió el primer trailer de la esperadísima 50 sombras de Grey. Mucho se ha dicho, debatido y descalificado. Y yo como tenía abandonado este blog pues no había externado mis opiniones, a menos que me los preguntaran. Pero aquí van:

1. El libro está mal escrito: Sí. Es un fanfic inspirado en Twilight, entonces ya desde ahí todo viene a menos. Pero recordemos que el exitazo de aquella saga fue que le vino a contar a las adolescentes (plenas y tardías) lo que necesitaban que les contaran y si eso fuera tan fácil pues entonces muchos más libros habrían vivido ese fenómeno.

2. Ni es tan porno, se nota que no han leído a Baudelaire: Sucede lo mismo que en el punto uno, es una mezcla. Cuenta lo que la gente quiere leer y de la forma en que las mujeres queremos leerlo. No nos interesan tanto los detalles gráficos y carnales, lo que nos mueve -a una gran parte-  es que nos describan los sentimientos como nosotras los sentiríamos si conociéramos a un turbo guapo millonario que nos quisiera dar de nalgadas.

3. Tanto Bella como Anastasia son chicas sencillas, tímidas y lo más importante: inseguras. La que no haya tenido un día que se siente tan horrible que no merece la mirada lasciva de ningún hombre, que tire la primera piedra y se vaya a leer a Bukowski y nos deje a nosotras las ñoñas disfrutar nuestras ñoñadas.

Yo me la pasé bomba leyendo los tres libros, bajándole el brillo al ipad para que el de al lado no cachara por qué estaba tan colorada.

Creo que  más allá de discutir los valores literarios del libro, habría que ver por qué esa necesidad existe entre las mujeres del mundo que lo ha hecho vender 31 millones de copias en 37 países. Y este musical de dos minutos resume bastante bien mi punto.

Y ya viene la versión cinematográfica. A ese respecto solo puedo opinar que Anastasia se ve más fodonga y pobre que tímida e insegura y a nadie le parece Jamie Dornan como Christian Grey pero la verdad es que nadie nos hubiera gustado a todas. Cada quien hizo a su Mr. Grey según sus fantasías y expectativas y esas jamás se satisfacen al 100. Al menos no cuando se trata de un producto creado para complacer a las masas. Ya si alguna tiene a su Grey en su casa, pues qué suertuda.

Y por último, una felicitación a Universal Pictures por liberar el trailer con subtítulos al mismo tiempo que se liberó el trailer mundial. Que se repita el fenómeno, de favor.

Transformers y la mazacote de fierros

¡Santo el cristo! En mi pubertad era fan de las montañas rusas y las cosas que casi me desnucaran y me mandaran toda la sangre a la cabeza. También era fan de Jason Priestley y Roxette, pero ya no. De ninguna de las anteriores. Y ahora que me subí a la sala 4DX me acordé por qué.

Mi reseña para Transformers, (la parte que sea): caos. Siempre que veo una me prometo no ver la siguiente pero por alguna razón o por otra siempre termino viéndola. Y siempre termino igual de mareada. Bueno esta vez fue peor porque incluyó las sillas locas de la sala 4DX que definitivamente no están hechas para gente como yo que se marea leyendo en el coche.

La experiencia incluye: agua, viento (por delante y por detrás), calorcito y unas puñetadas por detrás para que veamos lo que siente Optimus Prime cada que se lo agarran a moquetazos y eso pasa a cada rato porque todos quieren acabar con Optimus, bola de montoneros. Lo bueno que Marky Mark está ahí para echarle la mano junto con un nuevo talento rubio de shortcitos diminutos y muchas, muchas explosiones y destrucción.

Disclaimer: Si usted está leyendo este post espero que ya haya visto Transformers y le haya gustado o la haya odiado y quiera reírse un rato. Si no la ha visto y odia los spoilers, ayós 😦 

¿Qué está mal a mi forma no-geek de ver Transformers: la era de la extinción?

  1. Marky Mark como inventor, pues yo lo esperaba como un musculoso mecánico que gracias a su conocimiento de bujías y balatas devolvía la vida a Optimus Prime y no porque es un supergenio que no se la crees ni aunque te estén meneando el asiento.
  2. En todas las Transformers termino muy confundida acerca de quién se está peleando con quién. Todas las batallas acaban siendo una mazacote de fierros donde no puedo saber ni a quién le voy.
  3. Está más larga que una Cuaresma bien cumplida, dura 2:40 hrs, con un guión que a duras penas habría llegado a los 90 minutos, pero siento que Michael Bay vio todas las maravillas que podía hacer con el nuevo paquete de efectos de su Power Point de cineasta y como buen Godín indeciso, quiso meter todo aunque no contara nada.
  4. Los dinobots que era lo que más emocionaba al nerdo que me acompaña, salen al final con una participación mínima pues hay tres villanos y a cada uno le va tocando su turno.
  5. Por lo general soy muy fan de Stanley Tucci pero esta vez no me convenció, aunque una vez más culpo al guión que lo vuelve bueno a la primera.
  6. Si quisiera hacerle ver a los productores de la saga, que fenómenos como Megan Fox , aunque son prefrabricados y toda la cosa, no suelen salir el 100% de las veces. Así que no cualquier short cachetero con larga cabellera funcionará todas las veces. Nicola Peltz es una chica simpática pero con menos sex appeal que su predecesora.

Esta película para mí, es como tener un pan sabroso (la historia de autos que se vuelven robots para salvar al mundo, está padre) pero que le echan tantos merengues de tantos sabores encima que terminan dándole en la torre.

 

Mazacote de fierros a punto de entrar en acción.
Mazacote de fierros a punto de entrar en acción.

El dolor

Cuando entras en urgencias, una de las primeras cosas que te piden es que puntúes tu dolor en una escala del uno al diez (…) recuerdo una vez, al principio, que no podía respirar y sentía que el pecho me ardía, que las llamas me devoraban por dentro de las costillas (…) una enfermera me preguntó por el dolor, y como ni siquiera podía hablar, le mostré nueve dedos.

–¿Sabes por qué sé que eres una luchadora? Porque has dicho nueve, cuando era diez.

Pero no era del todo cierto. Había dicho nueve porque quería reservarme el diez. Y ahí estaba, el gran y terrible diez, golpeándome una y otra vez mientas, tumbada en la cama, inmóvil y sola, miraba el techo fijamente, y las olas me lanzaban contra las rocas y volvían a arrastrarme hacia el mar para poder lanzarme otra vez contra el recortado acantilado, y me dejaban flotando boca arriba en el agua, sin ahogarme.

Esta vez no habrá reseña de Bajo la misma estrella porque me resulta imposible describir las distintas áreas del corazón que esta historia ha tocado, solo sé que el dolor, las despedidas e incluso el amor nunca alguien los había descrito tan bien para mí como lo hizo esta historia. Y sí, quizá no he leído suficiente poesía o literatura o quizá no sea yo la más erudita y conocedora de la historia del cine, pero no escribo para lucirme sino para contarle a alguien más, que deambula en internet, como a mí me gustaría que me contaran las cosas.

Lo que opiné de la novela en la que está basada esta película, esta aquí.

Una de mujeres

Disney's "Maleficent"Baby AuroraPh: Film Still©Disney 2014

Eeeeeres tú, el príncipe azul que yo soñéeeee…

Así iba la canción que me aprendí del cuento de La bella durmiente que tenía en mi niñez. Venía acompañado del audiolibro en donde sonaban las campanillas para cambiar de página. Hoy vi Maléfica y muy dentro de mi corazón temía que fuera un bodrio. Y solo si tienes ganas de verlo así, eso será. Incluso yo compararía la película, con el personaje que protagoniza la historia. Será tan mala como se quiera ver.

La historia empieza contándonos la vida de una niña-hada, que vive en un páramo que está cerca de un castillo y en donde vemos desfilar una gran cantidad de seres mágicos que solo existen en los cuentos de hadas. Todo es felicidad hasta que el amor mal correspondido mete su cuchara. Toda esta secuencia de la pequeña Malefiquita empieza a sembrar el miedo de la cursilería que se avecina, pero aconsejo mantener la calma y las ansias por ver aparecer a Angelina Jolie.

La pequeña Maléfica se hace amiga de un niño que estaba perdido en el páramo y a quien conoce mientras él chamaco intenta robarse una piedra. Y pues aquí viene la primera lección para nuestra querida hada darks y toda la muchachada que nos acompaña: si lo conoces mientras quiere robarse algo, no es de fiar. Pero ella, cae ante los encantos del desvalido, zarrapastroso, nini (cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia) y le ofrece su amistad. Y como la mayoría de las mujeres de este reino y del mágico, se enamora. ¿Y él? Él tiene su agenda muy clara desde el primer momento: sobrevivir. Y si se puede dentro del castillo, mejor. Y lo logra, pero a un costo muy alto.

Dicen que lo peor son las mujeres despechadas y para muestra: Maléfica. No quiero contar qué le hace el zarrapastroso nini venido a más a la pobre hada darks, pero ella, en medio de su despecho y deseos de venganza, se lanza a una fiesta a la que no la invitaron (error número dos en el libro de: He’s not that into You) y se apersona para, literal, soltar todo su veneno y desquitarse de lo que le hicieron. Arma el borlote y se va. Hasta aquí está padre porque nos explican de dónde y por qué salieron todas las cosas que caracteriza a esta clásica villana de los cuentos de hadas: el bastón, el cuello de picos, el cuervo.

Angelina y Maléfica tienen algo en común. Recuerdo que hace casi 10 años vi la E! True Hollywood Story de Angelina Jolie donde su mamá decía «No entiendo por qué el mundo insiste en verla como rebelde, malvada, devora hombres, ella en realidad hace honor a su nombre, es angelical y sentimental como nadie» Y quizá sí, pero esos cuernos y dijes rellenos con la sangre de su ex marido no nos permitían ver más allá. Maléfica se encariña, compadece y siente como la más cursi de tus amigas gordas.

Estéticamente la película es hermosa, no tanto como los pómulos de Angelina que me han dejado traumada para la eternidad y la actuación de Elle Fanning hace lo justo, es sonriente, encantadora e inocente. Suficiente. Y el verdadero villano es el patán-mala-onda que no le llama al día siguiente y no le da ni para el taxi. En serio, si la historia se lleva a terrenos contemporáneos, hay que descorchar el tequila y desahogarse de los patanes de nuestras vidas, pero afortunadamente es un cuento de hadas y no hay que perderlo de vista pues así como en el mundo de los cómics, pasan cosas que no siempre son demasiado lógicas y se solucionan mágicamente.

Lo que sí considero es que por el ritmo que lleva la película, por mostrarnos ese lado humano y sensible del hada darks, le hubiera hecho justicia un final más dramático y menos complaciente. Pero hay muchas pequeñas que irán al cine y que se disfrazarán de la nueva heroína que nos recuerda que no hay malos recalcitrantes sino solo dramas y corazones rotos que nos marcan por el resto de la vida y nos vuelven tan malos como nos queramos ver.

Notas al pie: La niña de 11 años que estaba sentada junto a mí, exclamó «¡Es perfecta»!. Lana del Rey es un fail. No hay hombres guapos pero a todos nos gusta Angelina así que con eso basta.

Hoy en: críticos de cine que se azotan

BLENDEDA esta oficina siempre llegan sorpresas impredecibles, hoy llegó una dotación de galletas Emperador que hacen imposible la permanencia impoluta de la dieta. Y así, café y galleta chopeada en mano, me enfrenté a la crítica del New Yorker (que más bien parece escrita por una directioner enardecida) a la nueva película de mi ídola oaxaqueña Drew Barrymore y Adam Sandler, Blended (en México la bautizaron como Luna de miel en familia, para hacerle la vida imposible al diseñador, creo). Conforme la fui leyendo caí en cuenta de que, seguramente en el pasado, Adam o Drew ofendieron dramáticamente al autor, pues en cada párrafo menciona lo ofendido e insultante que encontró la película y la verdad es que creo que no es para tanto. En uno de los sucesos afortunados de este trabajo, la semana pasada justamente, fui al junket de esta película, con el profesionalísimo objetivo de ver a mi ídola recién parida y comprobar que es humana y que se incha como todas las mujeres del mundo.

La premisa de la película, en voz de su productor y protagonista, Adam Sandler es: hoy en día es muy común encontrarse con familias reconstruidas -eso es lo que significa blended– donde dos padres divorciados se conocen, se enamoran y «Qué mejor manera de celebrarlo y de integrar a la familia que con un fabuloso viaje a África». Y eso fue lo que yo percibí de manera general. Los personajes de Adam y Drew, por cuestiones del destino -y de los guiones malhechos-  terminan llevando a sus hijos de vacaciones de verano a África. A un resort enorme donde tienen un sinfín de actividades planeadas y diseñadas específicamente para familias reconstruidas. Ahí, la situación empuja a que este par, acabe, obviamente enamorándose. Adam es viudo, tiene tres hijas y como típico buga genérico, las viste y peina como niños, con la ropa deportiva de la tienda en la que trabaja, mientras que Drew es una madre obsesiva y sobreprotectora con dos hijos destructores, hiperactivos y uno de ellos en el despertar de su sexualidad. Todo este viaje sucede en medio de clichés y estereotipos, del estilo: vamos a México a escuchar mariiawchi, tomar margariras y de fiewsta. Pero sinceramente, el primero que no haya estereotipado que tire la primera piedra. Hay gags que sí hacen reír, personajes plasticosos, típicos de películas de Sandler que terminan por ser parte del decorado y que te sacan una que otra sonrisa y escenas tiernas y románticas, que en lo personal, sentí que funcionaban.

La película se estrena en México hasta junio (27/06). ¿Cómo le irá en taquilla? Nadie lo sabe. Yo solo sé que si la ven mis papás, pasarán una divertida tarde de domingo y ya.

Reseña (nerd-free) de X-Men Days of Future Past

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Qué risa con los nerds. Es como ver chick flicks y oír los suspiros cada vez que hay un beso o un encuentro en el aeropuerto. Los nerds también suspiran y cuando la emoción es demasiada, hasta gritan.

Bueno la cosa, según entendí va mas o menos así. Empezamos en el futuro cuando los centinelas, -unos robots enormes que se me recordaron al terminator que se hace líquido- ya con todo el mundo destruido, siguen atacando a los mutantes sobrevivientes. Pero cuando están a punto de echarse a Ellen Paige, ella les dice: llegaron tarde, perdedores o algo así. Luego nos explican que ella tiene la habilidad de enviar personas al pasado y es así como nuestro querido Wolverine, viaja al pasado para impedir toda la masacre. (Por cierto, en teoría Wolverine no envejece pero Hugh Jackman sí y urge que me corrijan ese defecto de producción). En 1973, que es al año que viaja, se encuentra con un Xavier que parece León Lárregui, en aspecto y adicciones, y con él tiene que salvar al mundo . En esta historia, el rubberman de American Horror Story es un mutante que se mueve a gran velocidad y él les ayuda a liberar a Magneto (que por cierto, es la secuencia más divertida de la película) quien está preso porque se le acusa de haber matado a Kennedy. Pero ya sabemos que Xavier y Magneto (bautizado como Erick) nunca se entienden y arman el caos que es lo que mantiene a una con la mano sudada, aproximadamente el 80% de la película. Aquí la protagonista de la historia es Mystique (o Raven -ya se parecen al Hobbit que cada quien le dice como quiere a los personajes-) y ella, con una pequeña acción es capaz de cambiar el curso de la historia y qué estrés porque todo el tiempo sentí que estaba viendo a Jennifer Lawrence desnuda y todavía no sé si me gusta o no. Sin embargo, a

quien de verdad le vemos las pompitas, por cierto, es a Hugh Jackman y ocupamos que le suban a A/C en esa escena o que regalen abanicos.

Hay un montón de referencias a las películas pasadas, así que aconsejo verlas o jalarse a su nerdo de confianza para que les refresque la memoria y puedan disfrutarla a su máximo potencial. Es ahí donde le encuentro un punto menos ante Vengadores, porque yo, en mi desconocimiento total del mundo de superhéroes, disfruté la película totalmente, tanto así que la vi cinco veces. En cambio esta, sé que si A. no me hubiera acompañado, me hubiera quedado como Cirilo gritando «¿Dé que se ríen?» en medio del cine y pues qué pena con los colegas.

 

Mujeres con pantalones que usan faldas

O lo que es lo mismo: ¿por qué me está gustando tanto Downton Abbey?
Hoy vi Endless Love y pensaba escribir una reseña al respecto y quizá en medio de esta maraña de ideas salga. La película es una chick flick actual que, en lo personal, decepciona. Cuenta la historia de una pareja de recién graduados de prepa que ven frustrado su amor por la obsesión del papá (suyo de) ella para que se concentre en su carrera de medicina y en lo posible se ligue a un futuro cirujano de prometedor futuro y no al hijo del mecánico con quién se ha estado echando ojitos, chon y colchón. La historia se desarrolla torpemente con base en una check list de clichés musicalizados por las bandas indies del momento. Pero los personajes desesperan: por ejemplo, la mamá de la protagonista quiere enviar una carta de recomendación a una universidad para que acepten a su nuevo yerno y así se supere (y se parezca un poco al prospecto que tenían pensado para su hija) pero le pide al marido que ponga la carta en el correo. Porque aunque la historia suceda en 2008 o 2013, aún no se estila el correo electrónico ni mucho menos que las mujeres por sí solas puedan poner una carta en el correo. Ash.
En cambio, en Downton Abbey, una historia que sucede en una hacienda en Inglaterra en 1917-1920 (hasta ahí voy), las mujeres saben lo que quieren y se mueven para lograrlo. Cada una desde su trinchera, la mucama que renuncia para volverse secretaria y tener un oficio mejor remunerado y porque era su sueño, la señora que se niega a permanecer encerrada bordando o chismeando y crea su propia fundación, la heredera que cambia su vestido largo por el uniforme de enfermera y más y más.
Y sí, también tiene sus clichés de telenovela, pero caen tan natural en la historia que no ofenden la inteligencia del espectador que en sus más salvajes sueños también aspira a lograr sus salvajes metas y ponerse los pantalones para lograrlo.

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La culpa la tienen las estrellas

The fault in our stars es el libro más bonito que he leído desde Tokio Blues. Y sí, ya sé que hoy en día los que no leen ya superaron a García Márquez como su quesque autor favorito y que mi adorado Murakami ha ocupado su lugar. Es el segundo libro que leo de John Green y me quité el sombrero. Primero leí Buscando a Alaska y me gustó mucho su estilo sencillo, natural, su retorcido sentido del humor, pero ahora con Bajo la misma estrella, sumó a ese talento la capacidad de describir el dolor como pocos autores lo logran. Es como si él mismo lo hubiera sentido, pocos son capaces de describir esos dolores tan invasivos en el cuerpo, que te hacen olvidar incluso quien eres y los buenos sentimientos que viven en ti. Y él lo logra de forma magistral.

Hazel Grace es una chica de 17 años con un cáncer que empezó en la tiroides y bajó a los pulmones, por lo cual ahora vive sujeta a un tanque de oxígeno permanentemente. En el grupo de apoyo para adolescentes con cáncer, conoce a Augustus, un chico que sufrió osteosarcoma que lo llevó a perder una pierna. En medio de las pérdidas, el dolor y el cuerpo que no responde, ellos encuentran el amor cómplice que tanto me gusta leer y ver en las pantallas.

Creo que sin recurrir a situaciones sobrenaturales (vampiros), Green logra retratar una historia de amor más profunda, emotiva y al mismo tiempo desgarradora que cualquiera de los demás autores contemporáneos de literatura juvenil han hecho.

La mejor noticia es que va a ser película y yo había procurado mantenerme alejada del trailer hasta no haber leído el libro. Lo terminé la semana pasada y, hoy lo vi. Por un segundo me preocupé de que me fueran a cachar llorando en la oficina frente a la computadora, pero no pasó. Debo decir que mientras leí el libro, me mantuve estoica, sin derramar una lágrima. Lo leí con la dignidad y aplomo que Hazel me enseñaba, pero al ver la historia moverse y sonar, no pude resistirlo.

La protagonista será Shailene Woodley y creo que es de las contadas estrellas juveniles que además de saber posar en las alfombras rojas, también sabe demostrar emociones, o sea actuar.

En ti tengo puestas mis esperanzas.

Creo que tenemos una opción en este mundo en cómo contar las historias tristes. Por una parte, puedes disfrazarlo. Donde nada están tan arruinado que no pueda arreglarse con una canción de Peter Gabriel…

Este mundo necesita más Malamadres y menos valemadres

Sí, quizá el guión de Celda 211 tiene muchas fantasías o cosas alejadas de la realidad y te presentan una visión demasiado dulcificada de lo que seguramente es una cárcel. Pero no es eso lo más importante para mí. Lo que a mí más me gustó y me llegó (y que por eso vengo a hacerle CPR a este blog) es el personaje de Malamadre. El preso más cabrón de la penitenciaría, a quien tienen en una celda aparte y que con todo y eso, logra montar un follón (amo esa expresión), o sea arma un motín cuyo único objetivo es lograr mejores condiciones para los presos. Como él dice, no tiene nada que perder y utiliza su agilidad mental , fuerza y personalidad para lograrlo. Es un tipo que a cualquiera nos sacaría un sutazo por la pinta que se carga. Pelón, fornido, tatuado, con barba cerrada, todos esos clichés que nos hacen alzar los brazos y sacar la cartera nomás de verlos. Pero en el fondo, el hombre es un humanista. No se mancha con la gente nomás por el gusto de hacerlo sino siempre con una razón y un motivo humano. Le caga la gente gandalla y mediante su fuerza bruta defiende las causas que puede. Es un líder y desde su trinchera arma una pequeña batalla (que de antemano sabe que la tiene perdida pero que un poco de ruido no hace mal a nadie y algo bueno se puede recuperar). El problema, como siempre, es que lo traicionan y blah blah. Pero bueno, lo que me atañe es que creo que tengo algo de Malamadre en mí. Me choca la gente gandalla y que no piensa en otros más que en sí mismo. Hoy por ejemplo me enfurecí cuando alguien me respondió: “que el colaborador se espere hasta que regrese fulanita para que le paguen”. Y yo dije ¡¿QUÉ?! Claro, como no es tu dinero. Tú qué sabes si el otro tiene algún compromiso y necesita el varo, y sólo por comodidad no harás el trámite. Ufas, me enfurecí y como siempre solté la primer respuesta bruta que me vino a la cabeza (igualito que Malamadre) y como esas, varias. Claro, no es que me vaya montado follones por donde pase, pero entiendo la furia del tipo ante la incapacidad de otros de ver más allá de los dos dedos que tienen enfrente. Este mundo necesita más Malamadres y menos valemadres, digo yo.