Estado civil: a dieta

Este fin de semana tendre una fiesta familiar (Crappy family, como dirian en Grey’s Anatomy), tengo miedo, no solo por sentir las mordidas de las viboras presentes, ni porque en realidad soy una inadaptada, sino porque una vez que me prendo, no me controlo y termino bailando hasta las huarachas (pasando por el mambo, salsa obviamente, danzon, cha cha cha y demas ritmos exoticos y buyangueros, odio la palabra buyanguero). Ademas, invitar a alguien no es la opcion, porque yo soy parte de esa selecta secta de gente que se averguenza de su familia (sorry). Soy cruel pero honesta y que mi adorada familia (de casi 100 elementos) me perdone. Si hago «el oso» posteare los detalles, total no creo que nadie de los hernandez venga a dar a estos reonditos bloggers underground (espero).

No me entiendo, hay veces en las que creo que todo ira bien y que no habra problema que no pueda superar, pero otras, como esta, en las que creo que nada fluye y que podran pasar años sin que pase nada. (Ojo Remi incluido).

ahora si me llego mi horoscopo!

Instead of roaring about romance, be a force of sheer goodness — you’re terrific at it. Dish out the compliments, the (why not?) chocolates and your own sweetness to everybody now. It’ll come back to you!

Hice un test para ver si soy mala y esta fue la respuesta (ñaca, ñaca):

Ooo hoo — you’re one evil muther. Your heart is blacker than Darth Vader’s helmet. For goodness’ sake, next time think about that old lady’s feelings before you push her down the escalator. And, really — you know as well as anyone that dropping kitties out the window to see if they can land on their feet is just an excuse to act evil. Yes, it’s all part of being a free spirit who doesn’t answer to anyone. Right or wrong, it’s a fun way to live. But be careful — it all comes full-circle in the end.

Odio la palabra «chusco» y cada vez que alguien la utiliza para describir una escena, me remonta a un sentido del humor tipo La risa en vacaciones. Inmediatamente después empiezan las naúseas y el aborrecimiento. Hoy la he visto dos veces. ¿Será este un mal día?

Caminando por las calles neoyorkinas despues de una deliciosa cena en The Cottage sintiendo como se congelaban mi nariz y mi boquita con el viento que parecía traer hielos a bordo!

Estoy en un hotel donde la gente usa pieles de animales muertos y desollados para cubrirse del frio. Brrrr.

Claro una sonrie y la otra no… pero la de la peli tampoco sonrie muy seguido. Ah! y yo tambien me sentia una pro del jazz.

Esta fue la primer cancion que escuche en el dia y no he podido parar de escucharla. Oh Morrisey, tu si que entiendes a los que sufren por amor!!!

Hay días en los que no se me antoja nada y sólo como para evitar desmayarme. Pero esos, son los menos, de hecho en un año, puedo contarlos con la palma de mi mano. El caso es que hay otros, en los que puedo comer sin parar, ¡mas que mi papa! Y eso es un extremo. Esta semana ha sido el caso. No se si el frio o la mugrienta hipoglucemia, el caso es que mi ingesta de chocolate ha superado mis limites prestablecidos. Entre mis recomendaciones está obviamente el kit kat, las meriendas Bremen, que son unas barra de chocolate rellenas de cajeta, y el semiamargo de Hershey’s, si en barra, menos dulce que los kisses pero simplemente deliciosos. Todo ello acompañado del tipico recalentado navideño, el pie de manzana, la suculenta comida del comedor y las frituras que tan amablemente nos regalaron los de Sabritas. Y todo con este fondo musical: I Want Candy